Los cambios en la economía venezolana forzados por las circunstancias, se han dejado sentir en mayor medida en el funcionamiento de la banca pública y privada. A medida que aumentan los pagos con dólares en efectivo, también lo hace el uso de los canales de pago proporcionados por la infraestructura bancaria.
Según cifras proporcionadas por el Banco Central de Venezuela (BCV), el número de operaciones bancarias durante 2020 cayó un 20% con respecto a 2019, cerrando con un total de 5,838 millones de transacciones.
Esto significa que en 2020 se realizaron un promedio de 486,5 millones de operaciones mensuales a través de los diferentes canales de pago como puntos de venta (tarjetas de débito y crédito), cajeros automáticos, web móvil, pago móvil, oficinas bancarias, páginas web, corresponsales no bancarios. y centros de llamadas.
Además de los problemas que han surgido para el normal funcionamiento de la plataforma bancaria como la falta de servicio eléctrico y de internet, el avance de la dolarización transaccional en los últimos dos años ha impactado el volumen de transacciones de pago a través de los bancos.
Un informe reciente de la consultora Ecoanalítica, indica que el 67% de los pagos por bienes y servicios en marzo fueron con moneda extranjera en efectivo, lo que revela un crecimiento frente a la medición de febrero de 2020 cuando cerró en 64%. Uno de los datos más significativos del estudio es que en las capitales de tres estados, el 90% de las compras de insumos fueron en moneda extranjera.
Ecoanalítica explicó que en las 10 ciudades donde se realizaron las mediciones, el 60% de las compras de alimentos se realizaron en moneda extranjera y más del 70% de los pagos de los servicios de salud también fueron en dólares.
Según sus estimaciones, en el país circulan más de 2.100 millones de dólares en efectivo. Esta cifra es superior a la liquidez monetaria que, según cifras del BCV, finalizó en la semana del 19 de marzo en 945,2 billones de bolívares, es decir, 523,9 millones de dólares.
El economista y profesor de la Universidad Católica Andrés Bello, Luis Zambrano Sequín, explicó que hay tres fases distintas en los procesos de dolarización, dos de las cuales ya están presentes en Venezuela. En una primera “, señaló,” las monedas de alta calidad (el dólar estadounidense) reemplazan a la moneda nacional como reserva de valor; en una segunda fase se encuentra la sustitución de la moneda local como medio de pago o la propia sustitución monetaria; mientras que la tercera fase es cuando los agentes económicos y todas las transacciones en las que se involucran, se piensan, y en gran medida se realizan, en términos de dólares.
Precisó -por otro lado- que esta dolarización semioficial no es consecuencia de un objetivo de la política económica de la actual administración, al contrario, “es el resultado de la ineficacia de sus políticas y la irresponsabilidad fiscal”.
Sin cajeros automáticos
Al evaluar el número de operaciones de cada uno de los canales de pago bancarios, se observa que los puntos de venta continúan siendo los más utilizados en el país con un total de 3,172 millones de transacciones en 2020. Sin embargo, este volumen cayó 23% frente a el año previo. Mientras que las transacciones de pago móvil crecieron un 136% en 2020, con un total de 1.149 millones, quizás impulsadas por la falta de efectivo.
Por otro lado, las estadísticas del BCV indican que las operaciones a través de cajeros automáticos continúan cayendo en picado, cuando se observa que en 2020 se realizaron 27,8 millones de operaciones, lo que representó el 0,5% del total.
El sistema bancario viene experimentando una caída en los ingresos financieros y operativos desde hace años que ha llevado a una disminución en el número de agencias bancarias en todo el país, así como en el número de cajeros automáticos y, al mismo ritmo, a la importante renuncia de sus trabajadores que muchos formaron parte de la emigración venezolana, que según organismos internacionales llega a 6 millones de personas. La imposibilidad de otorgar más préstamos, la hiperinflación, la limitada disponibilidad de liquidez y la política de control de tasas de interés y comisiones por servicios bancarios han dificultado al sector enfrentar el alza de los gastos operativos.
Según cifras de la Superintendencia de Instituciones del Sector Bancario (Sudeban), el número de cajeros automáticos bajó al 50% desde 2018, y de los existentes, el 70% están fuera de servicio por problemas técnicos y escasez de bolívares. en efectivo, señalaron recientemente fuentes bancarias. Mientras que casi 500 agencias bancarias han cerrado desde 2017.
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